Mantellisaurus atherfieldensis es un dinosaurio ornitópodo herbívoro que vivió durante el período Cretácico temprano, hace aproximadamente 125 millones de años, en lo que hoy es Europa. Su esqueleto está notablemente bien documentado gracias a numerosos fósiles encontrados en Inglaterra y otros lugares de Europa, lo que lo convierte en uno de los ornitópodos mejor conocidos de su época. Este dinosaurio pertenece a la familia Iguanodontidae y muestra características intermedias entre los iguanodontes más robustos y los hadrosáuridos más avanzados.
Descripción del esqueleto
Cráneo
El cráneo de Mantellisaurus era alargado y relativamente bajo, con una mandíbula equipada con baterías dentales diseñadas para triturar material vegetal. Sus dientes estaban dispuestos en hileras, con un reemplazo continuo para compensar el desgaste constante causado por su dieta herbívora. La parte anterior del cráneo terminaba en un pico córneo, ideal para cortar hojas y ramas. Carecía de los pulgares espinosos prominentes que se ven en Iguanodon, lo que sugiere una dieta adaptada a una variedad más amplia de plantas.
Columna vertebral
La columna vertebral estaba compuesta por un gran número de vértebras robustas que sostenían un cuerpo compacto y musculoso. Las vértebras cervicales eran relativamente cortas y fuertes, permitiendo el movimiento flexible del cuello, mientras que las dorsales y las caudales eran más alargadas, proporcionando soporte estructural y equilibrio al dinosaurio.
Extremidades anteriores
Las extremidades anteriores de Mantellisaurus eran más cortas en comparación con las de Iguanodon, midiendo aproximadamente el 50-60% de la longitud de las extremidades posteriores. Este rasgo es indicativo de una locomoción predominantemente bípeda, aunque el dinosaurio también podía adoptar una postura cuadrúpeda para alimentarse. Sus manos tenían un diseño funcional, con cinco dedos, donde los tres centrales eran fuertes y capaces de soportar peso, y el quinto era flexible, lo que podría haberle ayudado a manipular el alimento.
Extremidades posteriores
Las patas traseras eran largas y poderosas, diseñadas para una locomoción eficiente. La tibia era más larga que el fémur, lo que indica que Mantellisaurus estaba adaptado para moverse a buen ritmo, probablemente combinando una caminata bífida con carreras rápidas para escapar de depredadores. Los pies tenían tres dedos principales, terminados en pezuñas que ayudaban a distribuir el peso al caminar.
Pelvis
La pelvis era ancha y robusta, proporcionando un punto de anclaje para los potentes músculos de las extremidades traseras. Este diseño también sostenía los órganos internos y ayudaba a mantener el equilibrio cuando se desplazaba en postura bípeda.
Cola
La cola era larga y rígida, sostenida por tendones osificados que le otorgaban una gran estabilidad. Funcionaba como un contrapeso al moverse en postura bípeda y como un punto de apoyo adicional al adoptar una postura cuadrúpeda.
Significado morfológico y funcional
El esqueleto de Mantellisaurus atherfieldensis muestra adaptaciones para una locomoción versátil, con un equilibrio entre la movilidad bípeda y cuadrúpeda. Esto lo hacía eficiente para alimentarse de vegetación a diferentes alturas, así como para recorrer grandes distancias en busca de alimento. Su cuerpo menos robusto y más ligero que el de Iguanodon sugiere que estaba mejor adaptado a hábitats abiertos donde la velocidad era crucial para escapar de depredadores.
Medidas aproximadas del Mantellisaurus:
- Escala 1:10 Kit de montaje
- Longitud 1000 mm
- Altura 275 mm
- Ancho 390 mm
- Longitud hocico-cola 1050 mm
- Incluye soporte en acrílico
- Base no incluida