Tyrannosaurus (T. rex "Lagarto tirano") fue uno de los dinosaurios más grandes y feroces que existió en la Tierra durante el período Maastrichtiense del Cretácico superior, hace aproximadamente 68 a 66 millones de años en lo que hoy es América del Norte.
El T-Rex es un dinosaurio carnívoro, que podía medir hasta 12 metros de largo y pesar alrededor de 7 toneladas. Tenía una gran abertura nasal, un hocico corto y fuerte, y una mandíbula con más de 50 dientes afilados como cuchillas, que podían medir hasta 30 centímetros de longitud.
El hábitat del T-Rex eran los bosques tropicales y llanuras y se alimentaba de otros dinosaurios herbívoros, como el Triceratops y el Edmontosaurus.
En cuanto a la postura, Tyrannosaurus rex se mantenía erguido sobre sus patas traseras y tenía una cola larga y musculosa que le ayudaba a equilibrarse. Se piensa que podía correr a una velocidad máxima de 40 km/h, aunque otros estudios sugieren que era un cazador de emboscada que atacaba a sus presas desde una posición estática.
Se cree que el T-Rex era un animal solitario, que cazaba solo y no tenía muchos depredadores naturales, sin embargo, los estudios han demostrado que los jóvenes T-Rex podían ser presa de otros dinosaurios, como el Velociraptor.
Recientes estudios paleontológicos han arrojado nueva luz sobre la apariencia de los labios de Tyrannosaurus rex. A diferencia de lo que se creía anteriormente, se ha descubierto que este dinosaurio tenía labios carnosos y gruesos, similares a los de un cocodrilo o un hipopótamo.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de analizar los fósiles de la mandíbula de varios tiranosaurios, incluyendo uno de los especímenes más famosos y completos, llamado "Sue". Utilizando tecnología de tomografía computerizada y escaneos en 3D, pudieron recrear la estructura interna de la mandíbula y determinar que había espacio suficiente para albergar un tejido blando y flexible, como los labios.
Además, los investigadores encontraron evidencia de pequeñas crestas óseas en la superficie de la mandíbula, que podrían haber ayudado a los labios a mantenerse en su lugar y proteger la mandíbula mientras se alimentaba. También se encontraron restos microscópicos de tejido blando y fibras de colágeno en la superficie de algunos dientes de Tyrannosaurus rex, lo que sugiere que los labios podrían haber protegido la dentadura del desgaste y la rotura.
Estos hallazgos son importantes porque cambian nuestra percepción de cómo era la cabeza de Tyrannosaurus rex y cómo se alimentaba. Anteriormente se pensaba que sus dientes sobresalían constantemente de su mandíbula abierta y sin labios, como se ve en la mayoría de las representaciones de la criatura. Ahora sabemos que los labios podrían haber cubierto los dientes en reposo y protegido la mandíbula durante la masticación, lo que sugiere que Tyrannosaurus rex podría haber sido más cuidadoso y selectivo en su alimentación de lo que se pensaba.
Medidas aproximadas de la Base:
- Escala 1:72 - 61 x 36 x 9 mm Al (T-rex adulto aprox. 160 mm)
- Escala 1:35 - 126 x 74 x 19 mm Al (T-rex adulto aprox. 325 mm)