En la escena, nos encontramos en aguas heladas de la Antártida. Una foca leopardo (Hydrurga leptonyx) se desliza suavemente bajo la superficie del agua, moviéndose con elegancia y agilidad. A poca distancia, un pingüino de papúa (Pygoscelis papua) nada despreocupadamente, sin darse cuenta de la inminente amenaza que se acerca.
Con movimientos sigilosos, la foca leopardo se aproxima lentamente al pingüino, aprovechando el camuflaje que le brinda su pelaje gris manchado. Sus ojos atentos siguen cada movimiento del pingüino, mientras se acerca cada vez más, manteniéndose a una distancia segura para no alertar a su presa.
De repente, la foca emerge del agua con un poderoso impulso, creando una ola que rompe contra el hielo circundante. Su cuerpo aerodinámico y sus aletas delanteras poderosas le permiten propulsarse rápidamente hacia el pingüino, que finalmente detecta la presencia amenazante y se sumerge en un frenesí de aleteo.
La persecución acuática comienza, con la foca leopardo deslizándose con gracia y destreza por debajo del agua, persiguiendo al pingüino a toda velocidad. Sus movimientos son rápidos y precisos, aprovechando su habilidad para nadar y maniobrar en el entorno acuático.
El pingüino, con sus aletas cortas pero ágiles, hace todo lo posible para evadir a su perseguidor. Se impulsa con fuerza a través del agua, utilizando su cuerpo aerodinámico para reducir la resistencia. Sin embargo, la foca leopardo es más rápida y está decidida a alcanzar su objetivo.
La tensión se intensifica a medida que la foca leopardo se acerca cada vez más al pingüino. Sus movimientos se vuelven más frenéticos, la distancia entre ellos se reduce rápidamente. El pingüino intenta realizar giros rápidos y cambios de dirección repentinos para evadir a su depredador, pero la foca leopardo es implacable en su persecución.
Finalmente, en un último esfuerzo, la foca leopardo logra atrapar al pingüino con sus afilados dientes justo en el momento en que este intentaba evadir su agarre. La persecución acuática llega a su fin mientras la foca se sumerge con su presa en sus mandíbulas, dejando un rastro de ondas en la superficie del agua.
La persecución acuática entre la foca leopardo y el pingüino de papúa es un ejemplo vívido de la lucha por la supervivencia en los ecosistemas polares. Es un recordatorio de la implacable naturaleza de la cadena alimentaria, donde los depredadores persiguen a sus presas en un esfuerzo por asegurar su propia supervivencia en estos entornos extremos.
Medidas aproximadas de la Base:
- Escala 1:24 - 102 mm
- Soportes en acrílico