Xenoceratops foremostensis fue un dinosaurio ceratopsiano que vivió durante el Cretácico Superior, hace aproximadamente 78 millones de años, en lo que hoy es Alberta, Canadá. Su nombre significa "cara con cuernos extraña", en referencia a las características distintivas de su cráneo, y "foremostensis" proviene de la localidad de Foremost, cerca del lugar de su descubrimiento. Fue descrito formalmente en 2012, y se considera uno de los primeros ceratopsianos grandes conocidos del Cretácico tardío.
Este dinosaurio tenía un tamaño considerable, con una longitud estimada de aproximadamente 6 metros y un peso de alrededor de 2 toneladas. Al igual que otros miembros de la familia de los ceratopsianos, Xenoceratops foremostensis era un herbívoro cuadrúpedo que se alimentaba de plantas bajas como helechos, cicadáceas y plantas con flores. Su pico córneo era ideal para cortar la vegetación antes de triturarla con sus dientes en baterías dentales, que estaban diseñadas para procesar material vegetal fibroso.
El rasgo más llamativo de Xenoceratops era su cráneo, que presentaba un volante óseo prominente y ornamentado con espinas. El volante, grande y extendido hacia la parte posterior del cráneo, estaba decorado con dos pares de grandes cuernos que sobresalían de los bordes del volante, una característica que lo diferenciaba de otros ceratopsianos de su tiempo. Además, tenía un par de cuernos más cortos sobre los ojos y un cuerno nasal, aunque estos no eran tan prominentes como en otros ceratopsianos como el Triceratops.
El propósito de estas estructuras óseas ha sido objeto de debate entre los paleontólogos. Aunque los cuernos y volantes en ceratopsianos podrían haber tenido funciones defensivas, se cree que en el caso de Xenoceratops foremostensis, el volante y los cuernos habrían tenido una función más relacionada con la exhibición o la selección sexual, como medio para impresionar a las hembras o intimidar a otros machos durante la competencia por el territorio o por parejas. También podrían haber jugado un papel en la identificación entre individuos de la misma especie.
El ambiente en el que vivió Xenoceratops estaba dominado por ríos y planicies fluviales, con una vegetación rica en helechos y plantas con flores. En este ecosistema compartía su hábitat con otros dinosaurios herbívoros y depredadores. Entre sus contemporáneos se encontraban otros ceratopsianos y dinosaurios carnívoros como los tiranosáuridos. Los depredadores habrían representado una amenaza constante para Xenoceratops, aunque su gran tamaño, los cuernos y el comportamiento de rebaño podrían haberle proporcionado una defensa eficaz contra ataques de los carnívoros.
El descubrimiento de Xenoceratops foremostensis es significativo porque amplía el conocimiento sobre la evolución temprana de los ceratopsianos grandes en América del Norte. Sus fósiles fueron hallados en sedimentos que datan de una época más temprana que otros ceratopsianos mejor conocidos, lo que lo convierte en uno de los ceratopsianos más antiguos del Cretácico tardío en esa región. Este hallazgo sugiere que la diversidad de ceratopsianos ya estaba en pleno desarrollo millones de años antes de que aparecieran los gigantes como el Triceratops.
Medidas aproximadas del Xenoceratops:
- Escala 1:35 Completo
- Longitud 159 mm
- Altura 75 mm
- Ancho 46 mm
- Longitud hocico-cola 171 mm
- Escala 1:20 Completa
- Longitud 277 mm
- Altura 131 mm
- Ancho 80 mm
- Longitud hocico-cola 300 mm