Besanosaurus leptorhynchus fue un ictiosaurio que habitó los mares del Triásico Medio, hace aproximadamente 240 millones de años, en lo que hoy es el norte de Italia. Los fósiles de esta especie fueron descubiertos en la región de Besano, de donde toma su nombre, dentro de la Formación Besano, un sitio conocido por su excepcional preservación de fósiles marinos. Esta especie fue descrita formalmente en 1996, y desde entonces ha sido objeto de estudios debido a sus características distintivas entre los ictiosaurios, un grupo de reptiles marinos que exhiben una convergencia evolutiva notable con los delfines modernos.
El Besanosaurus leptorhynchus era un ictiosaurio de gran tamaño, con estimaciones que sugieren que podía alcanzar una longitud de hasta 8 metros, lo que lo convierte en uno de los ictiosaurios más grandes de su tiempo. Su cuerpo alargado y fusiforme estaba perfectamente adaptado para la vida marina. Lo que lo distingue, sin embargo, es su cráneo largo y estrecho, que le otorgaba una apariencia hidrodinámica. Su hocico, o rostro, era notablemente alargado y delgado, lo que está reflejado en su nombre "leptorhynchus", que significa "hocico delgado". Este rasgo indica que Besanosaurus probablemente tenía un modo de vida especializado, cazando presas rápidas como peces y cefalópodos en mares poco profundos.
Su dentición también era peculiar. Los dientes eran pequeños y afilados, perfectos para atrapar presas resbaladizas, como peces, y sugieren que este ictiosaurio no estaba adaptado para triturar o masticar, sino para atrapar y tragar a sus presas enteras. Se cree que, debido a su tamaño y forma, Besanosaurus era un depredador ágil que cazaba mediante emboscadas, utilizando su rapidez y su capacidad de maniobrar para capturar animales acuáticos más pequeños.
El cuerpo de Besanosaurus era robusto, con aletas pectorales y una cola que probablemente le permitían desplazarse con rapidez y agilidad por el agua, empleando un estilo de nado similar al de los peces actuales. Sin embargo, a diferencia de los delfines y otros cetáceos modernos, los ictiosaurios como Besanosaurus no respiraban bajo el agua, por lo que debían salir a la superficie para obtener oxígeno.
El entorno en el que vivía Besanosaurus leptorhynchus era marino y tropical, ya que durante el Triásico, los mares cálidos cubrían grandes extensiones de lo que ahora es Europa. Este ictiosaurio habitaba en lagunas y mares poco profundos, coexistiendo con otras formas de vida marina, incluidos otros ictiosaurios más pequeños, reptiles marinos y una rica fauna de peces y cefalópodos. La abundancia de presas en estos mares habría sostenido a grandes depredadores como el Besanosaurus.
Los estudios más recientes sobre los fósiles de Besanosaurus leptorhynchus han arrojado nueva luz sobre su biología y evolución. Gracias a la excelente preservación de los fósiles en la Formación Besano, se han podido estudiar aspectos de su anatomía interna y desarrollo. Uno de los hallazgos más interesantes es que algunos fósiles de Besanosaurus contienen restos de embriones en su interior, lo que indica que, como otros ictiosaurios, este reptil marino era vivíparo, es decir, daba a luz a crías vivas en lugar de poner huevos. Esto le permitía pasar toda su vida en el agua sin la necesidad de regresar a tierra firme.
Medidas aproximadas del Besanosaurus:
- Escala 1:60 Completa
- Longitud 128 mm
- Altura 54 mm
- Ancho 68 mm
- Longitud hocico-cola 135 mm
- Escala 1:35 Completa
- Longitud 220 mm
- Altura 93 mm
- Ancho 116 mm
- Longitud hocico-cola 230 mm