Incilius periglenes, comúnmente conocido como el sapo dorado de Monteverde, es una especie de anfibio anuro perteneciente a la familia Bufonidae. Este sapo era endémico de un pequeño rango en la Cordillera de Tilarán, en Costa Rica, y fue descubierto en 1966 por el herpetólogo Jay Savage. Lamentablemente, se considera extinto, con el último avistamiento confirmado en 1989.
Descripción y Morfología
El Incilius periglenes era conocido por su apariencia distintiva y llamativa, especialmente en los machos.
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Coloración: Los machos eran de un color dorado brillante y metálico, de donde proviene su nombre común. Las hembras, por otro lado, tenían una coloración más variada, que iba desde verde con manchas negras hasta tonos de amarillo y rojo. Esta notable diferencia en coloración sexual hacía que los machos fueran particularmente fáciles de identificar durante la temporada de apareamiento.
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Tamaño: El tamaño del sapo dorado era relativamente pequeño, con los machos midiendo alrededor de 5 cm de longitud. Las hembras eran generalmente más grandes que los machos.
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Piel: La piel del Incilius periglenes era lisa y brillante, sin las glándulas parotídeas prominentes que se encuentran en muchas otras especies de sapos. Esta característica, junto con su coloración, le daba una apariencia única entre los anfibios de su región.
Hábitat y Ecología
El sapo dorado de Monteverde habitaba los bosques nubosos de la Cordillera de Tilarán, a elevaciones de aproximadamente 1500 metros sobre el nivel del mar. Este hábitat se caracteriza por su alta humedad, temperaturas moderadas y una densa vegetación.
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Reproducción: La reproducción de Incilius periglenes ocurría durante la temporada de lluvias, cuando los sapos se congregaban en pequeñas charcas temporales para aparearse. Los machos se agrupaban en estos cuerpos de agua y competían por las hembras, utilizando sus llamadas para atraerlas. Las hembras depositaban grandes cantidades de huevos en el agua, los cuales eran fertilizados externamente por los machos.
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Dieta: Como otros sapos, Incilius periglenes era insectívoro. Su dieta consistía principalmente de insectos y otros pequeños invertebrados que encontraban en el suelo del bosque.
Declive y Extinción
El declive del sapo dorado fue rápido y drástico. A pesar de ser abundante en la década de 1970, la población comenzó a disminuir rápidamente a mediados de la década de 1980. Las causas de su extinción no están completamente claras, pero se cree que varios factores contribuyeron a su desaparición:
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Cambio Climático: Las alteraciones en los patrones climáticos pudieron haber afectado el hábitat del sapo dorado, haciendo que las condiciones de humedad necesarias para su reproducción fueran menos frecuentes.
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Enfermedades: La quitridiomicosis, una enfermedad fúngica causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, ha sido implicada en la declinación de muchas poblaciones de anfibios en todo el mundo y podría haber jugado un papel en la desaparición del Incilius periglenes.
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Pérdida de Hábitat: Aunque menos probable debido a la protección del área donde habitaba, cualquier degradación del hábitat podría haber afectado negativamente a las poblaciones.
Importancia y Legado
El sapo dorado de Monteverde se ha convertido en un símbolo de la crisis global de los anfibios y la pérdida de biodiversidad. Su desaparición destaca la vulnerabilidad de los ecosistemas de montaña y la necesidad urgente de conservación y estudio de las especies en peligro. A pesar de su extinción, Incilius periglenes sigue siendo un recordatorio de la importancia de preservar nuestro entorno natural y de la fragilidad de muchas especies frente a los cambios ambientales.
Medidas aproximadas del Sapo dorado:
- Escala 1:1 Completo
- Longitud 50 mm
- Altura 35 mm
- Ancho 37 mm
- Longitud hocico-cloaca 45 mm
