Los anfibios son un grupo diverso de vertebrados que incluyen sapos, ranas, salamandras y cecilias. Se caracterizan por tener una piel suave y húmeda, respiración cutánea, así como la capacidad de realizar metamorfosis. Son animales ectotérmicos, lo que significa que su temperatura corporal es regulada por su entorno.
En el Antropoceno, los anfibios enfrentan numerosas amenazas debido a la actividad humana. Algunas de estas amenazas incluyen la degradación del hábitat, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el cambio climático. Como resultado, muchas especies de anfibios están en peligro de extinción.
A pesar de estas amenazas, todavía existen muchas especies de anfibios en el mundo. En total, se han identificado alrededor de 8,000 especies de anfibios en todo el mundo, distribuidas en tres grupos principales: anuros (sapos y ranas), urodelos (salamandras) y ápodos (cecilias).
Los anuros son el grupo más diverso, con más de 6,000 especies. Se encuentran en todo el mundo, desde los trópicos hasta los polos. Muchas especies de anuros están adaptadas para la vida en el agua, mientras que otras están adaptadas para la vida terrestre. Algunas especies de anuros tienen una piel venenosa que les sirve como defensa contra los depredadores.
Los urodelos, también conocidos como salamandras, se encuentran principalmente en el hemisferio norte. Hay alrededor de 655 especies de salamandras, y muchas de ellas tienen la capacidad de regenerar partes del cuerpo, incluyendo extremidades, cola y ojos. Las salamandras tienen una piel delgada y húmeda, lo que les permite respirar a través de su piel.
Las cecilias, por otro lado, son un grupo menos conocido de anfibios. Se parecen a las serpientes, pero tienen cuerpos alargados y sin patas. Hay alrededor de 200 especies de cecilias, y se encuentran principalmente en regiones tropicales y subtropicales.
Los anfibios desempeñan un papel importante en los ecosistemas terrestres y acuáticos. Son depredadores y presas, y también ayudan a controlar la población de insectos y otros artrópodos. Además, algunos anfibios tienen importancia económica y cultural para las comunidades locales. Por lo tanto, es importante tomar medidas para proteger a los anfibios y sus hábitats para asegurar su supervivencia en el Antropoceno y más allá.